El diputado Jorge Frías revela
en el hospital de Los Ríos se negaron a llamar al cirujano que operaría
al regidor Juan Francisco Rojas porque antes no le depositaron 150 mil
pesos en efectivo.
Por Robert Vargas
La muerte del regidor Juan Francisco Rojas en el hospital de cardiología de Los Ríos ha servido para mostrar la despreciable conducta mercantilista de ese centro asistencial y de una gran cantidad de especialistas de la medicina.
La muerte del regidor Juan Francisco Rojas en el hospital de cardiología de Los Ríos ha servido para mostrar la despreciable conducta mercantilista de ese centro asistencial y de una gran cantidad de especialistas de la medicina.
Ocurre que, según nos ha comentado el diputado Jorge Frías,
entrañable amigo de Rojas, en medio de la gravedad de este, que requería
de una operación urgente de la vesícula, el personal de administración
del hospital se negó a llamar al cirujano hasta tanto le fueran
depositados 160 mil pesos en efectivo.
El regidor, mientras tanto, se estaba muriendo. Estaba muy grave. Extremadamente grave.
El riesgo de que muriera era elevado.
Al enterarse de la situación que afectaba a Rojas, Jorge Frías corrió
hacia el hospital de cardiología de Los Ríos, donde fue ingresado de
urgencia su amigo.
Se determinó que era necesario operarlo de la vesícula.
Y el personal de administración se cuadró: "depositen por adelantado
150 mil pesos en efectivo o no llamamos al cirujano", le dijeron a
Frías.
El diputado tomó su chequera para hacer el cheque por el monto exigido.
Nada. Se lo rechazaron.
-"No aceptamos cheques".
Rojas se estaba muriendo, pero eso poco importaba al hospital. Querían los 150 mil pesos en efectivo.
-"¿Pero dónde yo voy a tener a esta hora 150 mil pesos en efectivo? Tóme mi cheque", imploraba Frías.
Nada. 150 mil en efectivo, o nada.
Rojas se estaba muriendo.
Entonces, al diputado se le ocurre una idea.
-"¿Ustedes tienen una cuenta bancaria para hacer le ahoramismo la transferencia?", preguntó.
-"Si", respondió diligente la empleada del hospital.
-"Denme el número de la cuenta y el banco para hacerle la trasnferencia ahora mismo".
La empleada reaccionó gustosa y comenzó a buscar lo que le solicitó el diputado.
Por fin tendrían los 150 mil pesos para poder llamar al cirujano.
Sin embargo, en ese momento, justo cuando el diputado se disponía a hacer la trasferencia bancaria, llegó la noticia:
-"¡Murió Rojas!".
El cirujano nunca fue llamado.
Así está la medicina en República Dominicana.
Si eso se lo hacen a un regidor y a un diputado, ¿Qué no le harán a otras personas?
Por CiudadOriental