No nos dejemos engañar por la propaganda racista de un grupito de
pseudo-nacionalistas pertenecientes a la corriente política conservadora
y a la clase dominante de este país, que desde la fundación de la
República, el 27 de Febrero de 1844, siempre ha estado en el poder. Esta minoría nunca ha creído ni ha trabajado por la soberanía plena de nuestra nación.
Desde Pedro Santana hasta los actuales gobernantes, pasando por
Buenaventura Báez, Trujillo y Balaguer, solo con las honradas
excepciones de Ulises Francisco Espaillat, Caamaño y Bosch, todos los
que han llegado al poder lo han hecho de rodillas a las potencias
extranjeras, en algunos casos permitiéndoles el acaparamiento de amplias
porciones de nuestro territorio.
Ahí están los hechos históricos para demostrarlo. Estamos por lo
tanto, en relación al tema haitiano, en presencia de un discurso
propagandista de nuestra clase dominante, empapado de doble moral. Los
verdaderos traidores de los intereses de ambos pueblos, son las cúpulas
de gobierno de aquí y de allá, siempre aliadas al poder extranjero.
Si nos ponemos a repasar los momentos más sobresalientes de nuestra
historia, encontraremos los gestos de solidaridad militante entre ambos
pueblos, acontecidos durante la separación de 1844, la que otros llaman
Independencia. De igual manera ocurrió en medio de la guerra
Restauradora, en los dolorosos 6 años del gobierno de Báez, y durante la
ocupación yankee de 1916 hasta 1924 y luego la intervención de 1965.
Incluso, en esta agresión imperialista, hubo hermanos haitianos que
murieron aquí luchando junto a los dominicanos de verdad, como en el
caso del poeta e intelectual JACQUES VIAU RENAUD.
Todo lo demás es pura y simple pamplina pseudo-nacionalista para engañar los ingenuos.
Los conservadores “nacionalistas” de hecho no tuvieron
reparos en fusilar a Francisco del Rosario Sánchez, Francisco Caamaño,
Manolo Tavarez Justo y otros tantos verdaderos patriotas y los que no
los han fusilado, los han deportado, como hicieron con el fundador de la
República Juan Pablo Duarte y el presidente Juan Bosch.
En cambio, cuando se han enfrentado a la cúpula gobernante haitiana,
(que no es lo mismo que el pueblo haitiano), como lo hicieron Santana,
Báez y compartes, fue para anexarnos a España, Francia, Inglaterra o
Estados Unidos.
Es decir, solo creían entonces y siguen creyendo ahora en su
particular interés de clase y de grupo de poder económico y político.
Y no olvidemos que la responsabilidad de que aquí haya tantos
indocumentados haitianos, es de los que siempre han mandado aquí, que en
complicidad con los que siempre han mandado allá, han tenido en el
tráfico de personas, su mejor negocio.
Con el agravante de que sus grandes fincas agrícolas, fábricas y
construcciones tanto públicas como privadas, contratan manos de obra
indocumentada para pagarles la mitad del salario, mientras ellos
engordan y llenan sus bolsillos con el sudor ajeno.
Asi si es bueno,
Por Jesús Adón