MADRID.- La madrugada del pasado lunes 22 de agosto, Diana Quer, de 18 años, vecina de la urbanización Montealina, desapareció cuando regresaba a su casa de veraneo en A Pobra do Caramiñal (La Coruña). Eran las 2.50 horas de la madrugada y estaba a un kilómetro de su casa. Ese día vestía pantalón corto rosa, camiseta blanca y sudadera y calzaba zapatillas negras. En las últimas horas se ha conocido que camino de vuelta a su domicilio envió un mensaje a un amigo suyo de Madrid asegurando que había visto a alguien que no le gustaba nada y que se estaba preocupando. "Me estoy acojonando, un gitano me estaba llamando", señaló Diana. "¿Y qué te ha dicho?", respondió su interlocutor. "Morena ven aquí", contestó la desaparecida.
El amigo le preguntó a Diana qué había pasado, pero la joven ya nunca llegó a leerlo. Antes de que su móvil se apagase para siempre también mandó un mensaje de voz a unos amigos donde se oía un gran tumulto pero en el mismo no mostraba ninguna desconfianza ni pedía auxilio. Diana López-Pinel, la madre de Diana, señaló que dejó a su hija en el parque, sobre 22.30, con el objeto de que fuese a disfrutar de la fiesta del Carmen dos Pincheiros, muy concurrida.
"Había quedado con unas amigas", explicó su progenitora, que indica que "todo transcurrió de forma completamente normal hasta que en un momento determinado" dejó de tener contacto con ella debido a que la batería de su móvil se estuviese quedando agotada. A las ocho y media de la mañana del lunes fue cuando se percató de que no había vuelto a casa y, tras las llamadas de rigor, dio la alarma a la Guardia Civil de Boiro, y acudió a interponer la denuncia. "Entonces ya se empezó a mover toda la maquinaria de búsqueda y de difusión, están haciendo una labor enorme, y el pueblo se está volcando muchísimo. Veraneamos aquí desde hace casi 15 años", relató.
Es precisamente ésta la razón por la que no sabe cómo habiendo una romería, y conociendo a la niña desde su más tierna infancia, "nadie pueda facilitar datos", algo que "nos tiene muy preocupados". "Estamos viviendo una situación muy delicada, cualquier detalle, cualquier cosa, aunque sean habladurías, que nos la transmitan", señaló.
Juan Carlos, el padre de Diana, pide que todas las personas que estuviesen por la zona digan si vieron algo, dado que "por pequeña que les parezca la referencia, si pueden aportar algo de luz, será relevante para poder esclarecer todo este asunto". Los padres sospechan que su hija podría estar retenida de forma ilegalpor alguien y piden que "nadie baje la guardia, que sigan peleando para encontrarla". Por todo ello, ha insistido en "darles las gracias" a las personas que colaboran para dar con el paradero de la joven.