Matías Bosch insiste: No quiere ver a Joaquín Balaguer cerca de su abuelo Juan Bosch
"El hecho de no
querer que nuestros próceres -hombres y mujeres dados a la virtud-
estén al lado de malos ejemplos, de seres con conductas reprochables, no
es un acto de intolerancia. Descolgarse, quitarse, retirarse, sacarse,
es antes un acto de humilde dignidad que de vanidad, prepotencia o
arrogancia. Y es un acto de libertad".
"Están los Rafael Tomás Fernández Domínguez, los Juan Miguel Román, los
Jacques Viau Renaud: vidas entregadas a una ética diametralmente opuesta
a la encarnada por la dictadura de Joaquín Balaguer", expresó en un
artículo publicado hoy en Acento.com.do.
"Hay un Narciso González desaparecido hace 20 años, un 26 de mayo de
1994, y todavía no se sabe nada de él. Hay un Amaury Germán Aristy, un
Orlando Martínez, un Francisco Alberto Caamaño, una Florinda Soriano,
una Amalia RicartCalventi, una Sagrario Díaz, un Otto Morales, los
cientos de asesinados en la Semana Santa de 1984, y los miles y miles de
ahogados y comidos por tiburones tratando de cruzar el Canal de la
Mona".
"¿No les parece que ha sido suficiente el tiempo en que han estado en un
mismo altar víctimas y victimarios, asesinados y asesinos, humillados y
corruptores? Si la Banda Colorá’ es justificable: ¿qué reprocharle a
miles de jóvenes llevados a la delincuencia común por la grave crisis
educativa y del trabajo?", se pregunta.
Edit: Erick R. Fuente: www.laprensadeahora.net