En
una actitud de pleno derecho, de ejercicio de la voluntad popular y de asunción
de la voluntad política, una amplia representación de la población dominicana
se esforzó en impedir, e impidió, que Loma Miranda fuera destinada a ser minada
y explotada dentro de las pretensiones de la empresa minera Falconbridge, las
presiones de la Xstrata Niquel y los manejos de la Glencore.
Como
respuesta a ese logro ambientalista de la población dominicana, la Falconbridge
ha orquestado una estrategia para “sensibilizar” a la Cámara de Senadores del
Congreso de la República, a ver si evita que Loma Miranda se convierta en parte
del Sistema de Areas Protegidas de la República Dominicana, como han estado
demandando diversas organizaciones como estrategia para salvarla de la minería
y garantizar sus servicios ambientales.
Puesto
que la Cámara de Diputados aprobó su conversión en área protegida, y como se
está pendiente de una decisión similar de parte del Senado, la Falconbridge
está aprovechando el interín para ejercer presiones que van desde cabildeos con
los senadores hasta la promoción de reyertas a pedradas, incluyendo el elegante
toque de apropiarse del pódium de la presidencia de la República, en el Palacio
de la Presidencia de la República, para dirigir un comunicado al País.
La
Falconbridge está utilizando como tropa de choque al Sindicato Unido de
Trabajadores de la Falconbridge Dominicana
-SUTRAFADO-, y refuerza ésta tropa con mercenarios recogidos entre Bonao
y Santo Domingo, y les moviliza a Santo Domingo para exhibir una supuesta
protesta de los trabajadores por sus empleos en sitios como el Palacio
Nacional, el Palacio del Congreso y la sede de la Academia de Ciencias en la
ciudad colonial.
Con
todo el derecho que les asiste a los trabajadores de la Falconbridge para
exigir la permanencia en sus empleos; y con todo el derecho que le asiste a la
empresa Falconbridge para insistir en espacios para su expansión minera,
todavía hay algo que debe ser explicado a la población dominicana que asiste
estupefacta a las movilizaciones y a los enfrentamientos ocurridos últimamente.
Y es que Falconbridge no ha explicado cosas como las siguientes.
1) Si
la Falconbridge declaró públicamente que “el cierre de Falcondo se debe a
razones económicas, porque no somos competitivos a nivel internacional” y
porque “la mina lleva meses perdiendo dinero debido al desplome de los precios
del níquel a nivel internacional”, ¿por qué no le ha explicado eso a sus
trabajadores?
2) Si
en relación con el cierre de la empresa la Falconbridge aclaró que “esa medida
no tiene nada que ver con la decisión de la Cámara Baja” de declarar Loma
Miranda como área protegida, ¿porqué no se lo explica a sus trabajadores?
3) Si
de todas maneras los trabajadores iban a ser cesanteados por la empresa a causa
de los bajos precios del níquel, ¿Por qué Falconbridge no se lo ha explicado a
sus trabajadores?
4) Y
si de todas maneras van a ser cesanteados los trabajadores de Falconbridge,
¿porqué esta empresa no opta por emplearlos en los trabajos de remediación,
recuperación, saneamiento y otras operaciones de cierre de la mina en vez de
lanzarlos a la calle? La Falconbridge debe recordar que tiene un compromiso legal
de remediación en los terrenos alterados.
5) Y
si la Falconbridge es una empresa respetuosa del orden y rechaza el caos, ¿por qué
está motivando a sus trabajadores a crear desorden, promover el caos y alterar
el orden público?
6) Y
si el problema de la Falconbridge es en Bonao, ¿por qué ha auspiciado en los
medios de comunicación informaciones que hacen creer que se trata de un
PROBLEMA NACIONAL?
7) ¿No
estará la Falconbridge jugando a la desestabilización y al terrorismo mediático
para después proponer que se les entregue las lomas CUMPIÉ Y MALA, donde
existen lateritas niquelíferas, y que no son áreas protegidas como ahora lo es
Loma Miranda?
8) Si
el propio director de la Dirección General de Impuesto Internos ha declarado
que el cierre de Falconbridge no afectaría las recaudaciones fiscales, ¿por qué
Falconbridge se empeña en presentar su cierre como una hecatombe económica de
la República Dominicana?
Falconbridge
Dominicana debe abandonar la promoción del terrorismo mediático y dedicarse a
resolver los trámites legales de cesanteo de los trabajadores que va a
suspender, porque esa es su obligación ahora, como acontece con cualquier
empresa obligada a cumplir con las leyes laborales del país.
Los
trabajadores de Falconbridge deben exigir a la empresa sus derechos, derechos
que no pueden ser demandados en Santo Domingo, en el Palacio, en el Congreso o
en la Academia de Ciencias, sino ante las oficinas de la Falconbridge en Bonao,
exigirlo directamente a sus empleadores.
Ni
el gobierno, ni el Congreso, ni la Academia, ni nadie en la República
Dominicana tiene responsabilidad con los bajos precios internacionales del
níquel, porque hasta en los países donde se manejan estos precios hay problemas
económicos que primero ocurren allá y luego se reflejan aquí, como los
problemas económicos por los que están atravesando los Estados Unidos y otros
grandes países manejadores del níquel.
No
somos los ambientalistas los culpables de la quiebra política del
neoliberalismo, ni de la quiebra económica de los países que lo auspician, ni
de la quiebra de la confianza en el sistema capitalista de buena parte del
mundo.
Nuestra
única responsabilidad ha sido la de advertir con suficiente tiempo que el haber
dado la espalda a la Naturaleza se convertiría en una catástrofe mundial.
Nuestra responsabilidad ahora es la de orientar a la población dominicana para
regresar a la confianza en nuestros suelos productivos, en nuestras aguas y en
todos nuestros recursos renovables, porque ya la catástrofe comenzó, pero no
debe arrastrarnos a nosotros.
¡Trabajadores
de Falconbridge, es la empresa la que debe afrontar su responsabilidad con
ustedes, porque es la empresa la que se ha beneficiado y acumulado ganancias
con vuestro trabajo!
¡Que
Falconbridge cumpla con sus responsabilidades económicas, laborales y
ambientales!
ASAMBLEA
NACIONAL AMBIENTAL –ANA- Inc.