Por: Ramón Mercedes
Nueva York.- El poder político dominicano en
esta ciudad, que estaba únicamente representado por los Senadores
Estatales José Peralta (D-13 en Queens) y Adriano Espaillat (D-31 en
Manhattan), además por el Asambleísta Estatal Víctor Pichardo (D-86 en
El Bronx) asimismo por los concejales Rafael Espinal, Ydanis Rodríguez,
Antonio Reynoso y Julissa Ferreras, ha aumentado al salir electos nuevos
incumbentes criollos en las elecciones de este martes 9 de septiembre.
A parte de Peralta; Espaillat; ahora Héctor
Ramírez por Pichardo; y los concejales Espinal, Rodríguez, Reynoso y
Ferreras, tendremos de nuevo a Guillermo Linares (D-72), quien ocupó esa
posición en años anteriores y viene a sustituir a Gabriela Rosa, quien
renunció recientemente por acto de corrupción; Félix Ortíz (D-51) y
Marcos Crespo (D-85) como nuevos miembros de la Asamblea Estatal.
En todos los Estados Unidos existen más de 50
quisqueyanos en cargos electivos, y en el último medio siglo la
comunidad dominicana ha crecido enormemente en los ámbitos de política,
artes, deporte, negocios y otras áreas que contribuyen con el desarrollo
y la economía de la nación norteamericana.
Aunque todavía ningún dominicano ha llegado al
Capitolio, Espaillat ha intentado dos veces saliendo derrotado por el
actual congresista Charles Rangel, debido a que no ha sido respaldado
totalmente por el voto criollo de Washington Heights e Inwood, según han
expresado varios líderes comunitarios criollos en la Metrópoli.
Las elecciones al Senado Estatal no suelen mover
pasiones entre el electorado de Nueva York, pero la contienda del
próximo 4 de noviembre puede ser decisiva en temas tan cruciales para
los latinos como la aprobación del DREAM Act, el salario mínimo e
incluso la licencia de conducir para indocumentados.
El Senado Estatal neoyorquino ha estado dominado
históricamente por los republicanos. En los últimos 60 años, los
demócratas sólo lograron la mayoría en 1965 y 2008. En las últimas
elecciones estatales, en 2012, los demócratas obtuvieron 33 escaños de
los 63 existentes, tres más que los republicanos. Aun así, el cambio de
bando de uno de ellos – Simcha Felder (Brooklyn) – y la alianza de los
republicanos con un grupo de cinco demócratas que se declararon
independientes, les permitió mantener el control a los conservadores.