Por Domingo Abréu
En
más de una ocasión he escuchado a algunas personas desear
fervientemente que las cucarachas se extingan en todo el planeta. Esta
reacción normalmente viene como consecuencia de un desagradable e
inesperado encuentro con alguno de estos indeseables insectos o al
comprobar que algún alimento ha sido irremediablemente dañado por ellos.
Lo
cierto es que sería muy deseable que en nuestro hogar jamás entraran
las cucarachas que, además de su mal aspecto, son transmisoras de
enfermedades, pero… ¿qué ocurriría si las cucarachas desaparecieran de
la Tierra?
Las cucarachas están por todos lados
Las
cucarachas están entre los insectos más numerosos que existen, tanto en
especies como en número. Aunque no se sabe a ciencia cierta la cantidad
de especies que hay, se estima un número entre 5000 y 10.000
cucarachas y sus representantes se encuentran por todos lados, desde las
ciudades y otros sitios donde el hombre las atrae por la alta
producción de desperdicios, hasta los bosques tropicales, las zonas
desérticas, los pantanos e incluso zonas costeras.
De
todas esas especies, apenas unas pocas son las que interactúan
directamente con nosotros con cierta frecuencia y en unos países
predominan unas más que otras, estando entre las más extendidas por
ejemplo, la llamada Periplaneta americana o cucaracha doméstica.
¿Qué pasaría si se extinguieran?
Las
cucarachas, como el resto de los seres vivos y en particular los
insectos, son una fuente de alimentos de gran importancia para criaturas
como por ejemplo las aves, los mamíferos insectívoros, los anfibios y
otros insectos, etc., e incluso, en ciertas culturas, también para los
seres humanos.
Aunque
ningún animal basa su alimentación exclusivamente en ellas, por lo que
de desaparecer estas no se extinguirían, sí verían reducidas sus
posibilidades de sobrevivir y disminuirían sus poblaciones de manera
importante, por lo que otros insectos plagas podrían multiplicarse al
alterarse el equilibrio ecológico de los ecosistemas.
Un
ejemplo concreto sería la reducción de las poblaciones de ratones y
ratas, de los que una parte importante de su dieta se compone de
cucarachas. Si estos pequeños roedores perdieran esta fuente de alimento
y se redujeran sus poblaciones silvestres, provocaría daños enormes en
poblaciones de animales como las águilas y otras aves de presa, los
felinos, los coyotes, los lobos, y muchos reptiles.
Por
otro lado, está su contribución inestimable en el ciclo del nitrógeno,
algo vital para el funcionamiento del planeta. ¿De qué manera lo hacen?
Pues la mayoría de las cucarachas se alimentan de materia orgánica en
descomposición.
Este
material retiene en su estructura grandes cantidades de nitrógeno, y al
ser consumido constantemente por millones y millones de cucarachas,
esta materia pasa por el tracto digestivo del insecto convirtiéndose en
heces que al caer en la tierra, liberan más fácilmente los productos
nitrogenados que luego son aprovechados por las plantas, garantizando
así la salud de los bosques, las praderas y demás ecosistemas y con ello
indirectamente a todos los habitantes de los mismos.
Visto
esto, si eres de esas personas que alguna vez han deseado la extinción
de las cucarachas, creo que estás a tiempo de replanteártelo, ¿no crees?