Bonao.- Desde hace años los habitantes de Bonao preguntan dónde está el acalde Alberto Marte, que nadie lo puede ver, parece que desapareció de la tierra, así lo expresan dirigentes de juntas de vecinos, empresarios, grupos religiosos, profesionales, campesinos, deportistas, comunicadores y hasta dirigentes del PRD, partido esté que lo ha llevado en varias ocasiones al poder.
Manifiestan que cuando asisten a la alcaldía para tratar asuntos de interés colectivo nunca está, violando la ordenanza municipal de la ley 176.7 estableciendo que el alcalde tiene como domicilio para ejercer su función el palacio municipal para la cual fue electo además viola la ley al no aplicar el presupuesto participativo.
Son múltiples las quejas al no cumplir con las promesas hechas en campaña electoral, en cuanto la construcción de obras entre las que se encuentran la entrada de Bonao, el mercado público, matadero municipal, aceras y contenes en los barrios, canchas deportivas, alumbramientos de las calles.
Eusebio Minaya, dirigente de los barrios, pregunta: ¿será que en Bonao no tenemos suerte con las autoridades?, al tiempo de señalar las grandes luchas a desarrollarse en el 2014 para obligar a que autoridades cumplan con el pueblo, por lo que llamó a los sectores sociales a trabajar permanentemente para lograr la unidad frente a los males que afectan a la provincia.
Minaya recordó que Bonao está abandonado a su suerte a pesar de tener una de las principales minas del país, donde faltan fuentes de trabajo, salud, área deportiva, caminos vecinales, agua potable, puente sobre la autopista Duarte para impedir que tantos seres humanos pierdan las vidas
tratando de pasar de un sector a otro.
Por último, dijo que la lucha conquistó grandes recursos económicos pero que los administradores de los mismos no los emplearon correctamente, quedando un sabor amargo en la población que esperaba que fueran invertidos en industrializar los productos agropecuarios utilizando la nave de la zona franca, creando así la base para el desarrollo provincial.
