Cinco años después del terremoto que devastó Haití y causó más de 200.000 muertes, el Gobierno brasileño instó hoy a ese país antillano a "unirse en torno a un proyecto de consolidación" de un sistema "democrático y próspero". En una nota oficial divulgada con motivo del quinto aniversario de esa tragedia, el Ministerio brasileño de Relaciones Exteriores reiteró su "permanente solidaridad y compromiso con la causa de un Haití estable y democrático".
También manifestó que sólo "la unión" de los haitianos "permitirá superar los tantos desafíos que aún se presentan para que el país pueda garantizar la seguridad y estabilidad a sus ciudadanos, y un ambiente favorable para la actividad económica, las inversiones y la cooperación internacional".
Brasil coopera con Haití en diversos programas sociales, comanda la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización en Haití (Minustah) y mantiene en esa nación un contingente de 1.433 militares y 18 policías.
En las últimas semanas, la prolongada crisis institucional y política en Haití se ha agudizado y la oposición ha ido a las calles para exigir la renuncia del presidente, Michel Martelly, y exigir una convocatoria de elecciones.
También hoy vence el plazo establecido para alcanzar un acuerdo que permita la gobernabilidad del país, en medio de turbulencias políticas que en diciembre pasado llevaron a la dimisión del entonces primer ministro, Laurent Lamothe.
La renuncia de Lamothe fue recomendada por una comisión de notables nombrada por Martelly, que también solicitó la dimisión de los miembros del Consejo Electoral Provisional y del presidente de la Suprema Corte de Justicia, quienes ya abandonaron sus cargos, así como la prolongación del mandato de los diputados y senadores.
Sin embargo, el Parlamento aún no ha ratificado el programa de Gobierno del primer ministro designado, Evans Paul, ni aprobado la prolongación del mandato de sus propios legisladores. EFE